Subida del SMI: una buena noticia para millones de trabajadores
A comienzos de 2025, concretamente en el mes de febrero, el Gobierno español confirmó la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una medida que afecta directamente a más de 2,4 millones de personas. El nuevo salario mínimo anual se sitúa en 16.576 euros brutos, lo que supone un incremento del 4,4% respecto al año anterior.
Esto se traduce en 1.184 euros brutos al mes si se cobra en 14 pagas, o bien 1.381 euros mensuales en el caso de 12 pagas. Se trata de una subida que muchos consideran necesaria, teniendo en cuenta que el coste de la vida en España ha seguido aumentando, desde la vivienda hasta la cesta de la compra.
Además, como la subida se aplicó con carácter retroactivo desde el 1 de enero, muchos trabajadores vieron reflejados 100 euros extra en sus nóminas: 50 euros por enero y otros 50 por febrero.
¿Qué significa este aumento en términos reales?
Aunque el nuevo SMI supone una mejora considerable respecto a años anteriores —desde 2018 ha aumentado más de un 60%—, la cifra sigue sin ser suficiente para cubrir con comodidad los gastos básicos en muchas ciudades. Hay que tener en cuenta que estos 1.184 euros son brutos, es decir, antes de aplicar impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social.
Por tanto, el salario neto real que recibe cada trabajador dependerá de múltiples factores: tipo de contrato, horas trabajadas, situación familiar, retenciones fiscales, entre otros. En muchos casos, el sueldo final apenas llega a 1.000 euros al mes.
Comparativa europea: ¿dónde queda España?
A pesar de esta mejora, España todavía está lejos de alcanzar a los países europeos con los salarios mínimos más altos. Según los últimos datos, nos situamos en el séptimo lugar dentro de la Unión Europea. Por delante están países como Luxemburgo, que lidera el ranking con 2.638 euros brutos al mes, seguido de Irlanda (2.282 €), Países Bajos (2.193 €), Alemania (2.161 €), Bélgica (2.070 €) y Francia (1.802 €).
¿Así queda el Ránking del SMI por países Europeos
Según cifras de Eurostat (de Enero de 2025, antes de que se aprobara la subida del Gobierno), así está España en materia de SMI respecto a sus vecinos europeos. El salario es bruto y se ha calculado en 12 pagas:
1. Luxemburgo (2.638 euros al mes)
2. Irlanda (2.282 euros)
3. Países Bajos (2.193 euros)
4. Alemania (2.161 euros)
5. Bélgica (2.070 euros)
6. Francia (1.802 euros)
7. España (tras la subida, 1.381 euros al mes)
8. Eslovenia (1.254 euros)
9. Polonia (1.091 euros)
10. Lituania (1.038 euros)
11. Portugal (1.015 euros)
12. Chipre (1.000 euros)
13. Croacia (970 euros)
14. Grecia (968 euros)
15. Malta (961 euros)
16. Estonia (886 euros)
17. República Checa (826 euros)
18. Eslovaquia (816 euros)
19. Rumanía (814 euros)
20. Letonia (740 euros)
21. Turquía (708 euros)
22. Hungría (707 euros)
23. Montenegro (670 euros)
24. Serbia (619 euros)
25. Bulgaria (551 euros)
La diferencia con algunos de estos países es de más de 1.000 euros mensuales, una cifra que deja en evidencia las grandes desigualdades salariales dentro de la propia Unión. Mientras tanto, en el otro extremo, países como Moldavia, Albania o Bulgaria tienen sueldos mínimos que no alcanzan ni los 600 euros brutos anuales, lo que supone una situación crítica para sus trabajadores.
¿Es suficiente esta subida?
Aunque este incremento del SMI es un paso positivo, la realidad es que muchos trabajadores siguen teniendo dificultades para llegar a fin de mes. La subida de precios, especialmente en vivienda y alimentación, ha hecho que incluso quienes trabajan a jornada completa con el salario mínimo tengan que ajustarse al máximo para cubrir gastos básicos.