Si eres Gamer, seguro que lo has notado: antes podías comprar un juego nuevo por 40 o 50 euros. Ahora, muchos títulos superan los 70€ o incluso los 80€.
El desarrollo de videojuegos cuesta más que nunca
Los videojuegos actuales no tienen nada que ver con los de hace 10 o 15 años. Hoy en día, un título AAA puede costar entre 100 y 250 millones de dólares en desarrollo incluso 1.400 millones de dólares como GTA VI. Juegos como Red Dead Redemption 2, The Last of Us Part II o Hogwarts Legacy no solo tienen gráficos realistas y mapas inmensos, sino también guiones cinematográficos, actores de voz, orquestas para la banda sonora y hasta técnicas de captura de movimiento que antes solo veíamos en el cine.
Según Bloomberg, los estudios están contratando equipos enormes y trabajando durante años en un solo título, lo que eleva los costes a niveles históricos. Como es lógico, ese gasto acaba reflejándose en el precio final del producto.
Nintendo Switch: precios altos para juegos que no bajan

El caso de Nintendo merece mención aparte. Aunque sus juegos no suelen ser tan costosos de producir como los títulos hiperrealistas de PlayStation o Xbox, Nintendo mantiene sus precios altos durante años, incluso para juegos antiguos. Por ejemplo, The Legend of Zelda: Breath of the Wild se lanzó en 2017 y aún cuesta cerca de 60€ o más en tiendas oficiales. Y el nuevo Tears of the Kingdom se estrenó directamente a 69,99€, marcando un nuevo estándar en los precios de la consola.
¿Por qué? Porque Nintendo sabe que sus títulos son únicos y no suelen devaluarse. Además, tienen una base de fans muy fiel que rara vez espera a que el precio baje.
¿Es solo culpa de la inflación?
La inflación también juega su parte. , mientras todo sube —la gasolina, los alimentos, los alquileres— era cuestión de tiempo que los videojuegos siguieran el mismo camino. Lo curioso es que los precios se habían mantenido estables durante casi dos décadas, desde la era de PlayStation 2. Es decir, el salto a los 70-80 euros era casi inevitable.
En resumen…
- Los videojuegos son más caros porque hacerlos también lo es.
- La tecnología, el realismo y las expectativas del público
exigen más trabajo, más personal y más tiempo.
- La inflación, junto con nuevos modelos de negocio, ha cambiado
la forma de comprar y jugar.
La industria sigue evolucionando, y el precio es solo uno de los muchos reflejos de ello. Aun así, muchos jugadores siguen pagando con gusto si la experiencia realmente lo vale.